Agradecimiento de José Antonio Bargues a la JD que cesa
Agradecimiento de José Antonio Bargues los miembros de la Junta del Casal de la Pau que cesan (18-09-2020)
Cada
vez más -creo que como cosa de la edad que es una experiencia que todos
compartimos- me veo en la necesidad de pedir perdón. Perdón por lo que
digo y perdón por lo que dejo de decir. Olvidé dar las gracias como debía
a los miembros de la Junta que, al dejar de presentar su candidatura,
decidieron no seguir.
El caso es que ayer día 17 de septiembre celebramos la asamblea del Casal de la Pau. En esta ocasión, aunque era la asamblea ordinaria, tenía un cierto carácter extraordinario. Varios miembros de la Junta me habían pedido insistentemente dejar la Junta y esto obligaba a hacer un proceso electoral con presentación de candidatos.
El caso es que, de hecho, uno a uno, todos los que hasta ese momento habían formado parte de la Junta se habían integrado porque, en su momento, yo personalmente se lo había pedido y la asamblea había ratificado mi propuesta . Todas y todos: Carmen Blat, José Luis Duval, Paco López, Pilar Maldonado, Bertha del Mar, Vicente Martínez, José Luis Olmos y María Rodríguez.
Y se lo había pedido porque me inspiraban confianza. Todos y todas me inspiraban confianza y me siguen inspirando confianza. Quiero decir: si la selección la tuviera que hacer yo personalmente, les volvería a pedir a todos ellos y a otros muchos más que formaron parte de la junta.
En la circunstancia de que cinco de los miembros me habían pedido no repetir, confiaba en que el Casal de la Pau cubriría las ausencias con nuevos y comprometidos socios.
Comprobar que hubo una decisión unánime de no presentarse a la reelección me dejó de entrada -sin perder la esperanza- una dosis de intranquilidad. La situación de pandemia hacía difícil la comunicación personal ágil y directa.
Por mi forma de ser siempre preferiré una junta en la que las opiniones no respondan ni a posicionamientos de grupo ni a obcecaciones, sino a la reflexión y al compromiso personal de quien no huye del contacto con la realidad.
Puedo decir ahora que la junta que decidió ser sustituida el 17 de septiembre ha funcionado realmente como una junta de debate implicado y comprometido. A las personas que, por decisión personal de no presentarse, han dejado de formar parte de la junta, el Casal de la Paz tiene mucho que agradecerles. El Casal de la Pau y yo personalmente.
No es fácil haber tenido que bregar por parte de José Luis Duval o de Paco López con una persona como yo que, por la misma historia personal, puedo llegar a confundir el Casal de la Pau y todos los que conviven, con mi casa y mi familia. Reconozco que me ha podido siempre la idea o el carácter de casa y familia de nuestra asociación. Quizá sin ser del todo consciente de que al final, siempre aparece sacando la cabecita la parte de empresa con sus cuentas y sus contratos y sus contratados, que necesita de unos recursos y de una administración clara. Y durante años allí han estado respondiendo José Luis Duval y Paco López. No podéis ni imaginar hasta qué punto pienso que el Casal de la Pau sigue necesitandoos.
A Carmen Blat, ella sabe de mi confianza y de mi amistad desde hace tantos años.
Una enfermería, una cocina, una limpieza diaria necesita de un control implicado que va mucho más allá de las Juntas Directivas. Y aquí han estado bien presentes Pilar Maldonado, Vicente Martínez, Bertha del Mar y María Rodríguez. A María le debo agradecer también su especial preocupación por mi persona, que ya me va bien, ya.
A José Luis Olmos que se ha hecho cargo de las relaciones del equipo penitenciario con la junta sé que, bueno como es de natural, habrá sufrido en determinados momentos por las tensiones que siempre pueden darse entre diversas visiones de las cosas. Mejórate, José Luis, que te necesitamos! Te necesita el Casal de la Paz!
A todos y cada uno de vosotros -a José Luis Duval, Paco López, a Carmen Blat, a Bertha del Mar, a Pilar Maldonado, a José Luis Olmos, a Vicent Martínez y María Rodríguez- a todos daros las gracias pero también pediros que sigáis bien presentes.
El Casal de la Paz sigue siendo la casa necesaria para tanta gente que vive la intemperie! Ni vosotros ni yo podemos huir de esta realidad porque sabemos muy bien que nos implica.
Gracias.